Septiembre 5 de 2015
Juan Arnau (España) presentado por Gabriel Jaime Alzate.
5:00pm, Auditorio Diego Garcés, casi completamente lleno, aunque
algunas personas fueron entrando durante el conversatorio.
Juan Arnau, ensayista español, nacido en Valencia en 1968. Estudió
astrofísica, luego se fue a la India donde estudió budismo y se interesó en el
sanscrito y por eso se fue a México a estudiar esta lengua. Posteriormente vivió seis años en
Michigan y de nuevo se radicó en Valencia.
Luego de que el escritor habló sobre sus estudios, sus viajes y las
inquietudes que lo llevaron a estudiar astrofísica y budismo, la charla se centró en dos de sus libros: “El Cristal Spinoza” y “El
Efecto Berkeley”, principalmente sobre este último.
Gabriel Alzate, le pidió que hablara sobre la génesis de estos dos
libros, donde hay una situación particular en ambos, en el primero que habla
sobre Spinoza, todo es muy visual, como cinematográfico, se escucha una voz
narrativa que hace que toda la vida de Spinoza sea muy vívida, por el contrario
en Berkeley dice Alzate es mucho más teatral, como si se escenificaran las
conversaciones de Berkeley con otros pensadores (Swift, Voltaire, Pope).
Arnau explica que ambos pensadores son para él fascinantes, Spinoza bastante
difícil y Berkeley un tanto menos difícil, pero lo que él ha buscado realmente
con sus libros es hacer más asequible la filosofía al mundo en general, por eso
concibió a Spinoza en su vida diaria, en su ambiente, en su época. Y con
Berkeley fue menos cinematográfico y más centrado en el pensamiento del
filósofo, pues era más sencillo de abordar que Spinoza.
Alzate resalta la forma como Arnau alterna la narración de los hechos
históricos alrededor de Berkeley y sus propios comentarios, como si estuviera
allí, en el momento mismo con el filósofo, es un efecto que logra como integrar
los diálogos con el paisaje.
Arnau explica, que antes de abordar la obra, se dedicó no solo a
investigar todos los hechos históricos, el pensamiento del filósofo sino
también a observar e investigar imágenes de la época, formando una ambientación
para el libro, que aunque para él era algo secundario, para muchos lectores se
ha vuelto lo más importante.
Arnau abordó el tema de la teoría de la percepción, trabajado por
Berkeley, sobre que el mundo está hecho de percepciones, para ser se debe ser
percibido, además temas de la teoría budista, de la vida, de la muerte, de la
conciencia, entre muchos otros temas interesantes desarrollados en el libro.
Aconsejó algo también para las personas que quieren escribir: “ Nunca
empezar por el índice, nunca empezar por “en la primera parte voy a hablar de
esto…”, nunca, esto es algo que me dijo mi advisor
en Michigan y es algo valiosísimo, el índice es lo último que se escribe,
vale, nunca empezar por la estructura, no, lo que hay que empezar es
escribiendo, cualquier cosa, puede ser del principio o del final, escribiendo.
Luego hay que continuar escribiendo y cuando ya tenemos un material
relativamente considerable, es decir si queremos una novela de doscientas
páginas y tenemos ochenta. Cuando tenemos ochenta nos sentamos y nos leemos cuidadosamente
esas ochenta y el propio texto irá ya sugiriendo su estructura”
En general, se abordaron diversos pasajes del libro, escogidos por
Alzate previamente, bastante interesantes, que permitieron una visión general
no solo del tema tratado en el libro sino también de la forma como el libro fue concebido,
como fue construido, ambientado y pensado por Juan Arnau.
Al final, las preguntas como de costumbre y la agradable sensación de
haber asistido a la charla de un pensador moderno, sencillo, ameno, para quien
la filosofía se hace día a día, desde el ahora y debería ser asequible para
todos.
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